Galería Bahía Utópica se encuentra en un punto estratégico del Cerro Alegre. Cuentan con un catálogo de más de 30 artistas en su espacio, que llevan desde el 2009, aunque comenzaron con sus gestiones el 2007. Se trata de un inmueble que contiene arte local en diversas técnicas, con artistas de renombre como Loro Coirón, Gonzalo Ilabaca y Mon Laferte, entre muchísimos más, quienes llenan las paredes con sus propuestas diversas y coloridas.
Ellos buscan comercializar obras, no sólo siendo el espacio físico – que además se complementa con Sala Galia también ubicada en Cerro Alegre -, sino que también haciendo un trabajo activo de ir a ferias tanto nacionales como internacionales para promocionar a quienes trabajan con ellos, posicionando a Valparaíso también en el mapa.
Recientemente acaban de inaugurar en su sala de exposiciones las obras de cuatro realizadores que estaban participando en la Bienal, haciendo una vinculación con lo que ocurre en el territorio. Bahía Utópica también es parte de VAC (Valparaíso Arte Contemporáneo) que es una agrupación que reúne a galerías y espacios de exhibición en torno al arte contemporáneo.
Cabe destacar que Bahía Utópica la componen Nancy Arancibia, Bertrand Coustou y Boris Montecino, fundada por los primeros dos.
Conoce más en esta entrevista:
¿Cuál es la visión que quieren entregar? Tienen muchos artistas de diferentes estilos, ¿qué es lo que buscan transmitir con eso?
– Nos interesa trabajar con una resonancia cultural de la ciudad. Es una casa antigua que se quiso respetar en cuanto a arquitectura y que busca hacer esta resonancia de la ciudad cosmopolita que es Valparaíso. A Valparaíso llegan artistas de muchos países, y nos encontramos en ese contexto, con trabajos de orden más bien figurativos con la analogía que esto significa. Cada artista asume distintas estrategias y perspectivas. Y en cuanto a temáticas, nos interesa trabajar el polo poético, más romántico que alude a Valparaíso como ciudad; y por otra parte hay una perspectiva más moderna que atiende a una tradición pictórica, apuntando a miradas más hacia lo contemporáneo. Buscamos proponer además crítica, ironía y tenemos a expositores que plantean preguntas en este sentido.
Creo que todos los artistas con quienes trabajamos tienen un marcado estilo propio, no subordinados a la técnica ni a la influencia.
Cuando hacen exposiciones, ¿quiénes curan?
– Bertrand y Nancy somos quienes vemos las conversaciones con los artistas, qué están haciendo, ver en qué proyecto podemos trabajar y de ahí se agenda una fecha en cuanto a las inauguraciones. Todos vamos conversando con el o la artista y cuando lo curatorial ya está establecido, Boris Montecino ve los contenidos.
Trabajamos principalmente con pintura, grabado, otras técnicas, pero no tanto la fotografía, por ejemplo.
Una curiosidad más básica quizás, ¿por qué se llaman Bahía Utópica?
– En Chile también hay muchos lugares destacables con bahía. Bien, en Valparaíso, la bahía es muy importante, de hecho el centro es la bahía. Como puerto, lo más importante eran los barcos que llegaban y estos llegaban ahí y así, por lo que pensé que era bonito. Y “utópica”, pues cuando con Nancy empezamos a plantearnos trabajar con las artes visuales, entrar en el mercado del arte, muchos nos dijeron que era muy difícil, algo “utópico” precisamente el tener una galería de arte aquí. De esa reflexión salió el nombre.
Al final el arte está en todas partes, por lo tanto la Bahía Utópica tampoco se refiere a un lugar físico, con Nancy comenzamos haciendo exposiciones en varios lugares durante uno o dos años hasta llegar acá. Antes era un concepto, siempre estamos proyectados en otras partes, con los artistas, las ferias, entonces lo utópico es que también está dentro de los sueños, es un objetivo medio difuso.
Queremos tener un lugar que tenga buenas artes, que los artistas se puedan encontrar acá y el público también y desarrollar actividades en torno al arte, que es primordial en la vida.
¿Cuál es la visión de Valparaíso que crees que están transmitiendo con todo lo que exhiben acá?
– Se dice que Valparaíso fue la cuna de los pintores, por lo que hay una historia del arte en Chile que es fuerte y en Valparaíso encontramos mucho de esto, lo que encontramos por ejemplo en obras que están en el Museo Baburizza y que son fundamentales para la historia del arte en Chile. Es un puerto abierto al mundo, por lo que llegaba mucha gente con otra cultura, con otra relación con las artes, y muchos de los primeros pintores de acá eran extranjeros o hijos de inmigrantes. Entonces, una galería como la nuestra en Valparaíso es lógico por su historia. Siempre han existido estos espacios y el arte en la ciudad. En su auge había mucha riqueza acá y eso atraía al arte, a los mecenas, coleccionistas.
Además es una ciudad muy fotogénica, muy inspiradora, que tiene una nostalgia y cultura cosmopolita, que favorecen su identidad distinta. Nosotros, desde esa perspectiva, somos una vitrina ubicada en el casco patrimonial y turístico de la ciudad. Acá llega gente de todo el mundo de manera permanente y ven arte de Valparaíso.
Hace poco escuchaba sobre la concentración de artistas en esta ciudad, lo que siempre ha existido y siempre existirá, por lo que nosotros somos una vitrina al mundo entero, que favorece la promoción de la imagen del buen arte en Valparaíso al ir a las ferias internacionales. “Valparaíso” es una palabra mágica, mítica, legendaria, que siempre abre puertas en el mundo por haber sido un puerto de los más importantes del mundo.
Quería saber un poco más de qué ha significado para ustedes conformar actualmente una red como Valparaíso Arte Contemporáneo, que reúne al gremio en la ciudad.
– Creo que para eso es importante poner en contexto la realidad de Valparaíso y la venta de arte específicamente, el mercado es muy pequeño aún. Esto genera una rivalidad fuerte, que no ha sido fácil, por lo que actuar a través de Valparaíso Creativo y vincularnos con VAC, creo que es muy positivo. Dentro de la agrupación creo que somos 3 galerías comerciales, dentro de esas nosotros, quienes vendemos. Sentimos que deberíamos apoyarnos todos y creo que eso se logra a través de esta articulación de Valparaíso Creativo, lo que nos permite hacerlo mejor y potenciar a los y las artistas locales. Es una muy buena oportunidad para lograr algo, aunque somos espacios muy diversos con realidades distintas.
¿Cómo te vinculas con Valparaíso Creativo?
– Es importante el rol de Valparaíso Creativo, ya que hay muchos y muchas creativos en la Región y necesitamos orientación. Nosotros orientamos a los artistas, los acompañamos, por lo que necesitamos ese apoyo de ustedes que es fundamental.
¿Cómo has visto el mercado del arte del que hablabas? Acá en Valparaíso.
– Hay muy poco y se mantiene entre muy pocos, quienes trabajamos haciendo uso del arte de manera más comercial, por así decirlo. Faltan clientes de afuera, por ejemplo. Creo que el estado de las cosas sí ha cambiado, pero ha sido lento, en lo que ha cambiado es que acá en Valparaíso hay artistas que ya tienen su renombre y eso potencia la venta local, nacional e internacional. No hay cultura de compra de arte, ya que obvio que hay otras prioridades y no se ve como una inversión o algo esencial, es un desafío. En eso necesitamos ayuda: en conseguir mercado y atraer clientes a la ciudad. Creo que nosotros tenemos en ese sentido una buena propuesta con trabajo de muy buena calidad y buena factura.
¿Cómo es su relación con quienes trabajan?
– Hacemos difusión formal de la obra de los artistas, quienes están todos vivos, teniendo su información de primera mano, por lo que hay una construcción del discurso de la obra que es más consistente. Nosotros estrujamos a los artistas en cuanto a su contenido, a veces les cuesta a ellos o ellas hablar de la obra, pero nosotros buscamos conversar lo más posible para presentar su trabajo a los y las visitantes. Tenemos una relación súper horizontal con los y las artistas. Queremos generar una buena comunicación cuyos contenidos puedan presentar la biografía personal y profesional de quienes trabajan con nosotros.