Francisco Seguel es un gestor cultural vinculado a la música y las artes visuales, cofundador de Sello Trigal y de la Fundación Trigal. Desde 2024, participa en el Comité Gestor de Turismo Cultural y Creativo de Valparaíso Creativo a través de la Fundación, aportando desde su experiencia en la articulación de iniciativas que vinculan la cultura, la comunidad y el desarrollo territorial.
Su trabajo en San Antonio se ha expandido hacia el desarrollo de audiencias diversas, como neurodivergencias, y la creación de espacios inclusivos para la cultura. En esta entrevista, conversamos sobre su trayectoria, la labor de la Fundación Trigal y la compleja relación entre el arte y el contexto portuario de San Antonio
Fundación Trigal: Diversificación de audiencias y acción comunitaria
La Fundación Trigal surge en 2023 como una iniciativa de Tania Meza, Francisco Seguel y dos colegas más, quienes venían de la educación y las artes, con el propósito de ampliar el acceso cultural en San Antonio. Francisco destaca la importancia de trabajar con audiencias diversas, incluyendo adultos mayores, mujeres y personas neurodivergentes.
“Nos preguntamos qué hay para adultos mayores y qué oferta real existe para ellos en la cultura. No queríamos que se tratara solo de un entretenimiento, sino de un espacio de aprendizaje y diálogo”, comenta.
Para Francisco, este enfoque es esencial: “Yo realmente les exijo, porque sé que pueden aprender, crecer y desafiarse a sí mismos, sin importar la edad”.
Desde la Fundación, han desarrollado talleres y exposiciones, impulsando proyectos que rescaten la identidad local y fomenten la expresión artística de estas comunidades.

Salas de baja estimulación sensorial y público neurodivergente
Uno de los hitos recientes de la Fundación fue la implementación de una sala de reducción de estimulación sensorial en el Festival Marejada el pasado septiembre del 2024. Este espacio estaba diseñado para que músicos y asistentes neurodivergentes pudieran encontrar un ambiente de calma dentro del evento.
“La sala fue utilizada por muchas personas y nos demostró que hay una necesidad real de estos espacios en eventos culturales”, menciona Francisco. “Era emocionante ver a los mismos artistas usar este lugar, porque, aunque amamos la música, a veces necesitamos un respiro”.
Además, enfatiza la importancia de visibilizar el público con altas capacidades, abordando la prevención de la depresión y la falta de apoyo en el sistema educativo para estas personas. “En Chile, la educación aún no está preparada para acompañar a niños con altas capacidades. O te castigan por ser inquieto, o te dejan solo”, reflexiona.
San Antonio: entre la identidad portuaria y la creatividad
Conversamos también sobre San Antonio y su relación con la cultura, cómo se da en este territorio desde su visión. Francisco describe la ciudad como un lugar de contrastes: “Es una ciudad nostálgica, marcada por su historia, su clima gris y su pasado de luchas sindicales, pero también con atardeceres que sorprenden y con un imaginario artístico importante”.
“A veces parece una ciudad detenida en el tiempo”, reflexiona. “Pero al mismo tiempo, tiene una energía de resistencia. Es un lugar de lucha, de constante transformación”.
Con el crecimiento del puerto y la llegada de proyectos de gran escala, Francisco plantea: “¿Cómo podemos convivir con esta modernización sin que la cultura y la identidad local sean desplazadas?”. Para él, la clave está en potenciar el turismo cultural y creativo, articulando iniciativas locales con la gastronomía y la música.

El impacto del el turismo musical
Marejada ha demostrado ser más que un evento musical; según los datos recopilados, un 90% de los asistentes provienen de fuera de San Antonio, lo que evidencia su potencial en el desarrollo del turismo musical. Este es un aspecto clave que conversamos con Francisco:
“Nos dimos cuenta de que generamos un impacto económico en la ciudad. Restaurantes llenos, alojamientos con mayor ocupación, espacios culturales en actividad. Marejada es un punto de encuentro donde se cruzan la inclusión, la cultura y la economía local”, explica Francisco. “No es solo un festival, es una oportunidad de descentralizar la cultura y posicionar a San Antonio en el mapa creativo”.
Proyectos y memoria cultural
Desde la Fundación Trigal, también se han impulsado proyectos de investigación y documentación sobre la historia y la cultura del territorio. Uno de estos es un libro sobre el ecosistema cultural post-pandemia y la respuesta de los sectores creativos ante la crisis.
“Es importante generar registros que nos ayuden a entender cómo se comporta la cultura frente a los cambios sociales y económicos. Estamos trabajando en ello para aportar a la reflexión y al desarrollo de políticas culturales a futuro”, concluye Francisco.

Con iniciativas que combinan arte, inclusión y territorio, Fundación Trigal se proyecta como un referente en la gestión cultural de la región.