Diego Rodríguez es un restaurador independiente, establece su taller en el año 2008, cuyo principal enfoque es la carpintería en el ámbito de la restauración. Además de la restauración de muebles, también se dedica a la creación de nuevas piezas utilizando maderas recicladas para particulares y locales comerciales. El taller ha experimentado distintas ubicaciones a lo largo de los años, iniciando en el Cerro Polanco en Valparaíso y, actualmente, se encuentra instalado en un espacio compartido con otros restauradores.
El taller ofrece una variedad de servicios relacionados con la restauración patrimonial. El principal enfoque es la carpintería, trabajando con madera, yeso, metal y vidrio. Los trabajos habituales incluyen la restauración de muebles antiguos, la fabricación de muebles nuevos con diseños inspirados en el pasado y la remodelación y rehabilitación de espacios. El taller también trabaja en proyectos más amplios que requieren la colaboración de diferentes especialistas. Algunos ejemplos de trabajos realizados son la restauración del Museo Cielo Abierto en Valparaíso, la restauración de la Cruz Monumental del Templo Votivo de Maipú y la restauración de butacas del Teatro de la Salitrera María Elena.
El taller tiene la capacidad de abordar proyectos de distintos tamaños. Los encargos habituales se centran en la carpintería y abarcan trabajos con madera y otros materiales. Se realizan restauraciones de muebles antiguos, recuperación de maderas, reciclaje y fabricación de muebles a medida. Los trabajos son principalmente por encargo, adaptándose a las necesidades específicas de los clientes. Cuando no hay encargos, el taller desarrolla productos propios, restaura y vende muebles.
El Taller de Carpintería opera de forma independiente, aunque comparte espacio con otros restauradores en un ambiente de colaboración. En proyectos más grandes que requieren especialidades diversas, se trabaja en conjunto. La modalidad de trabajo varía entre proyectos continuos y por encargo. Diego Rodríguez también imparte clases de restauración en la carrera de Restauración de Bienes Patrimoniales de Duoc UC, lo que le ha permitido involucrarse en proyectos a cargo de la institución.
Para Diego Rodríguez, la preservación del patrimonio tiene un valor significativo. El interés por el pasado, la sensibilidad hacia los materiales y el deseo de mantener y rescatar oficios antiguos son fundamentales en su trabajo. El objetivo es mantener la belleza y la calidad de las piezas antiguas, así como promover la apreciación de la artesanía y la sensibilidad hacia el material en la creación de nuevas piezas.
El Taller de DR ha llevado a cabo varios proyectos destacados a lo largo de los años. Algunos de ellos incluyen:
– Restauración del Museo Cielo Abierto en Valparaíso: El taller participó en la restauración de las coloridas murallas y escaleras del museo, conservando su aspecto original y recuperando su valor histórico y cultural.
– Restauración de la emblemática Cruz Monumental de Chile, ubicada en el Templo Votivo de Maipú. El trabajo incluyó la reparación estructural, la aplicación de tratamientos de conservación y la reintegración de elementos faltantes.
– Restauración de butacas del Teatro de la Salitrera María Elena: Diego dirigió la restauración de las butacas originales del histórico Teatro de la Salitrera María Elena en el norte de Chile. El objetivo fue devolverles su esplendor original y garantizar su funcionalidad.
Estos proyectos han recibido reconocimiento por su calidad y por preservar el patrimonio cultural y arquitectónico de la región.
Filosofía de trabajo y enfoque hacia la sostenibilidad:
El Taller de Diego Rodríguez se guía por una filosofía de trabajo que prioriza la conservación, la calidad y la sostenibilidad. Se enfoca en respetar la integridad histórica de las piezas y utilizar técnicas de restauración que minimicen los impactos en el medio ambiente. Además, se promueve el uso de materiales reciclados y técnicas artesanales en la creación de nuevas piezas, fomentando así la reutilización y el cuidado del entorno.
El taller ha establecido colaboraciones y redes de trabajo con otros profesionales y especialistas en restauración patrimonial. Esto les permite abordar proyectos más complejos que requieren conocimientos específicos en áreas como la pintura, la escultura, la herrería y la arquitectura. La interacción con otros restauradores también proporciona un espacio de aprendizaje y enriquecimiento mutuo, donde se comparten experiencias y se promueve la investigación en el campo de la restauración patrimonial.