Un grupo de seis jóvenes del Centro Comunitario Las Cañas de Valparaíso, viajó a la ciudad de Arica para participar en un intercambio cultural con la reconocida Agrupación Arica Negro.
La iniciativa, financiada por el Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras (PAOCC) del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, busca profundizar en el conocimiento y la historia del Pueblo Tribal Afrodescendiente, explorar su cultura y su expresión en la vida comunitaria y educativa.
Este viaje de intercambio surgió, inicialmente, como una actividad para conocer el Carnaval con la Fuerza del Sol, que se realiza en el mes de enero. Sin embargo, los incendios en Viña del Mar y Quilpué llevaron a postergar la iniciativa, redirigiendo las energías a la ayuda comunitaria en las zonas afectadas.
Objetivos y expectativas
Durante su estadía en Arica, los jóvenes visitaron organizaciones y agrupaciones locales para conocer sus enfoques en la educación y el desarrollo sociocultural.
Los principales objetivos de este intercambio se enmarcan en aprender de instituciones comunitarias de Arica, para comprender sus metodologías en el trabajo con la comunidad; y fomentar la colaboración y el intercambio de experiencias entre los educadores comunitarios y las organizaciones locales, promoviendo vínculos y colaboraciones futuras.
Por otro lado, es importante para la organización comunitaria conocer y analizar el impacto del Carnaval Afroariqueño en la formación de identidades, especialmente en niños y jóvenes, y su papel en la educación popular.
Los jóvenes que participaron en esta experiencia son Melany Flores (15 años), Amaro López (18 años), Alejandra Fuentes (15 años), Valeska Jiménez (18 años), Dafne Canales (15 años) y Felipe Lobos (15 años). Todos son miembros activos del Centro Comunitario Las Cañas y residentes del mismo cerro, donde participan en talleres de batucada, danza y periodismo comunitario. Para ellos, esta oportunidad es un reconocimiento a su compromiso con la comunidad y su desarrollo integral.
Para Felipe la experiencia fue “totalmente inolvidable, de la cual me siento orgulloso de poder haber ido, fue súper bonita la experiencia de compartir con la gente de allá, que tiene distintos gustos, distintas formas de ver las cosas, de ver su ciudad. Lo que más me llamó la atención, yo creo que la cultura o el trasfondo de cada cosa o monumento al que íbamos”.
Una opinión similar tiene Alejandra. “La experiencia de ir a Arica fue muy bonita porque aprendimos muchas cosas, hicimos hartas cosas bonitas. Vimos a unas tías que se llaman las Hermanas Laras y ahí hay un carnaval que ellas tienen, un carnaval súper bacán. El aprendizaje que me quedó fue que, por ejemplo, si tú quieres viajar a alguna parte todo se puede lograr, si quieres aprender cosas también se puede. Lo que me llamó la atención de este intercambio cultural fueron las playas, los carnavales y la teletón”.
La importancia de conectar Valparaíso y Arica
La colaboración entre el Centro Comunitario Las Cañas y la Agrupación Arica Negro se consolidó en el Carnaval de 2023, donde el equipo de Las Cañas participó en labores de apoyo logístico. Esta alianza destaca el valor del intercambio de conocimientos y prácticas culturales entre Arica y Valparaíso, dos ciudades con herencias culturales significativas y retos compartidos en inclusión social y acceso a la cultura. Ambas ciudades poseen una rica tradición popular y un profundo compromiso con la educación a través de las artes.
Desde el Centro Comunitario Las Cañas, la principal motivación para trabajar con niños y jóvenes radica en la importancia de acompañarlos en su desarrollo identitario y comunitario.
“Queremos sembrar semillas que influyan de manera positiva en las nuevas generaciones, que ellos crezcan con valores de justicia y colaboración, para que en el futuro continúen con el legado del Centro Comunitario Las Cañas y trabajen por una sociedad más equitativa”, señaló Camila Jorquera, Encargada Área psicosocial del Centro Comunitario Las Cañas.
Este viaje no solo representa una oportunidad única para las y los jóvenes participantes, sino también una puerta hacia futuras colaboraciones que fortalezcan las redes culturales entre el norte y el centro de Chile, con la esperanza de construir una sociedad más inclusiva y conectada con sus raíces.