Daniela Schuster es artista circense, gestora y co-fundadora de la Compañía Enaires, que este año se integró a los comités gestores de Valparaíso Creativo. Su trabajo tiene que ver con disciplinas aéreas y elementos que llevan a la exploración corporal, en esta entrevista nos contó de su trabajo.

Te invitamos a conocer más de lo que hacen Enaires, ubicados en la Ex Maestranza Barón, en Valparaíso:

Primero, si me puedes contar un poquito más de ti, ¿qué haces y cuáles son tus áreas de interés? 

– Soy Daniela Schuster, estudié licenciatura en artes y me he dedicado hace muchos años a la investigación corporal, principalmente de acrobacias aéreas y performance. Este ha sido mi campo de profundización, y desde ahí el desarrollo de la compañía Enaires, vinculada con el circo, el arte sonoro y las artes integradas. 

No era solamente el circo lo que me interesaba, entonces quise relacionarlo con otras áreas. He participado con muchos colectivos, también estuve muchos años trabajando en Carpa Azul, como gestora y de a poco me independice y comenzamos a darle más potencia a la compañía Enaires.

Hoy se ubican en la Ex Maestranza Barón, ¿cómo llegaron a instalarse en este lugar?

– Hemos participado en muchos lugares, impulsamos que se hiciera el espacio de circo en la Ex-Cárcel, en el Parque Cultural. Luego de ese proceso, nos fuimos al Cerro Barón y estuvimos seis años trabajando en la Carpa Azul. Buscando autonomía, bajamos al plan y estuvimos en el antiguo Centro Cultural Trafón. Volvimos a la Ex-Cárcel y trabajamos ahí hasta que llegó la oportunidad el año 2019, de utilizar uno de los galpones de la Ex Maestranza. 

En ese proceso intermedio nosotros empezamos a formalizarnos y armamos la personalidad jurídica del Centro Cultural. Todo nos sirvió para fortalecernos y empezar a desarrollar una programación a largo plazo y pensar cómo podíamos aportar, no solamente desde el área escénica, sino más comunitaria o con un foco en la formación e interacción con otras personas. 

Cuéntame un poco más de esto, de trabajar con otras organizaciones en Tornamesa, en su historia, si puedes describir lo importante que ha sido la colaboración en sus distintas etapas. 

– Nosotros siempre hemos trabajado de forma articulada. Siento que en Valparaíso se da mucho, sobre todo en las artes, donde siempre ha existido una manera de sobrevivir a través de la articulación, de hacer redes. Hemos trabajado con muchos colectivos y agrupaciones, entre ellas Taller El Litre, que es un espacio de arte y oficios. También con el colectivo Urgente Delirio.

Ahora trabajamos en articulación con un centro cultural que está al lado de la Carpa Azul,, un espacio comunitario, y con una fundación de Rancagua. Es parte de la naturaleza de las organizaciones poder articularse, para generar redes y trabajar colaborativamente, es la manera en que podemos perdurar en el tiempo.

Hoy, en asociatividad con la fundación de Rancagua, hacemos trabajo comunitario y circo. Desarrollamos el área de formación y nos gustaría proyectarlo a largo plazo acá en Valparaíso, un espacio que sea más institucional de formación en artes circenses. Yo pienso, y también lo comparto con mis compañeros, que Valparaíso tiene todas las características para ser un polo cultural con una escuela federada de artes circenses. De verdad tenemos muy buenos profesionales y nos interesa darle continuidad en el tiempo, en colaboración con otros estamentos. 

Ustedes tienen talleres constantes y también presentaciones de programación calendarizada, cuéntanos un poco más de eso.

– La compañía tiene un elenco estable de siete personas y estamos con tres montajes, para distintos públicos. Una es Entrelazados, una experimentación desde las artes visuales. Otra es infantil, Reciclando Ando, dijo el gato, para toda la familia y finalmente tenemos una que se llama Sueño de Voces a la Libertad.

¿Cómo es su relación con la comunidad? 

– un hito importante que logramos sostener desde que llegamos a la Tornamesa el 2019, son los Encuentros integrales de circo y se suma el Encuentro de Artes Aéreas. Hicimos una invitación a artistas de la zona para desarrollar un laboratorio de creación donde se armaron dos obras.

Además empezamos con talleres gratuitos a la comunidad, hemos ido lento, primero abriéndonos un espacio. Con los encuentros hemos podido extendernos a otras localidades como La Calera o La Ligua. 

De alguna forma siento que estar en Tornamesa nos ha permitido esta visibilización y un vínculo regional.

Quería saber un poco más sobre qué es la investigación corporal enfocada en lo aéreo.

– las disciplinas aéreas son muy amplias, y hay diversos elementos aéreos con los que puedes trabajar. Lo más común es el trapecio o la tela, pero a partir de ahí, cuando empiezas a desarrollar tu corporalidad, tu expresión y la fuerza física, se abre un mundo de posibilidades donde puedes expresarte con otros objetos. 

En mi investigación, he ido probando con diversos elementos, lo que me ha permitido entender cómo es mi cuerpo al interactuar con estos elementos y cómo va cambiando, cuáles son las formas necesarias para tener un contrapeso, un punto de apoyo, o cómo puedo expresar plásticamente. Desde ahí se van construyendo varias capas. Es un descubrimiento constante de posibilidades en la corporalidad extendida con un elemento suspendido. Es más que solamente hacer tela o trapecio, creo que es una experiencia individual muy interesante y única.

Desde tu práctica, ¿cómo describes el bienestar que genera el trabajo aéreo en quienes los practican?

– Lo hermoso es que cualquier persona lo puede practicar. Al principio hay un cambio positivo en tu cuerpo, y en tu mente, creando un hábito y  una comunidad. Es una experiencia de salud mental y por otra parte, un desafío para  construir una forma de interactuar con un objeto y enfocar tu fuerza. entendiendo que es un proceso y también existen frustraciones en el camino, pero que una vez pasado un punto lo puedes lograr. Por mi lado, experimento el beneficio psicológico y físico, porque el circo aéreo es un arte muy integral.

considerando las cosas que hemos hablado, quiero ir al otro lado, y preguntarte qué oportunidades visualizas para el sector. 

– Siempre he visto oportunidades en todos lados y creo que a partir del trabajo y la generación de confianza, caminamos paso a paso. Como lo que hacemos ahora, una oportunidad para llegar a más personas, que la gente conozca nuestro trabajo. También creemos que capacitarse es súper importante. Hay nuevos medios que explorar, infinitas posibilidades.

¿Cuál sería la invitación a quienes nos leen para conocerlos más?

– Que vayan a Tornamesa, siempre vamos a estar dispuestos a tener un diálogo, a conocernos. También estamos dispuestos a ir donde quieran para generar intercambios. La invitación está abierta a vivir la experiencia de conocer lo que hacemos en vivo, aunque sea una sola vez. Nosotros cuando tenemos funciones la difundimos por las redes, y además tenemos una programación anual de talleres. Estamos constantemente funcionando. 

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