Recientemente el equipo tras Tres Peces pescadería y restaurant ha estado aprendiendo y celebrando: fueron partícipes del Encuentro Women In Ocean Food Innovation Studio; aceleradora que a través de concursos y etapas, capacita en distintas áreas a los equipos liderados por mujeres en torno a la innovación en comida de mar en Latinoamérica.
Junto a Paula Báez y Juan Carlos Jara, Meyling recibió el reconocimiento de estar entre los 5 mejores proyectos, todo esto por su concepto de pescadería móvil, que ya recibió el sello azul de Sernapesca. Este trabajo conecta a las caletas con los restaurantes y que, a la fecha, cuenta con 15 locales que reciben sus productos del mar con origen local y con el cuidado del ecosistema marino como norte.
Tres Peces fue reconocido como el proyecto con Mejor Contribución en Women In Ocean Food Latinoamérica 2024, sobre lo que Meyling – quien también lidera Fundación Cocinamar – nos cuenta más en profundidad en esta entrevista:
Meyling, ¿podrías contarnos un poco más sobre tu reciente viaje a México y el reconocimiento que recibieron como Tres Peces?
– Postulamos a una beca en noviembre, de una convocatoria que se hizo por primera vez en Latinoamérica, que es una aceleradora de negocios para mujeres innovadoras en torno a los alimentos de los océanos. Estuvimos dos semanas en México, donde llegaron 21 mujeres de 13 proyectos de Colombia, Perú, Chile, México, Belice, entre otros lugares. Fueron 140 postulaciones de mujeres emprendedoras y 13 pudieron optar a la beca con mentoría, rondas de negocios, y otras herramientas.
Nosotras, desde Tres Peces, postulamos un proyecto en torno a la pescadería móvil, que es un modelo que busca conectar a pescadoras con restaurantes y que está certificado por Sernapesca como distribuidora de productos del mar. Esto es sin tener una tienda física, la camioneta es la pescadería oficialmente, y eso ahora tiene el sello azul de Sernapesca.
Este modelo lo tenemos ya implementado en Valparaíso, y nuestra propuesta era cómo podemos ampliar esto, generando capacidades en otras mujeres de la zona norte y centro del país. Es algo que entendemos que es importante, pues además tiene un bajo costo, por lo que fue súper interesante la recepción de las otras pescadoras del Encuentro, a quienes les pareció una gran solución a un cuello de botella no solo de Chile, sino que afecta a otras partes de Latinoamérica también.
¿Cuál es la principal motivación tras esta propuesta? Como cuentas, genera un aporte concreto a la cadena de valor.
– Tiene que ver con cómo comercializamos de una mejor manera y más segura los productos de la pesca artesanal y la cultura en torno a ello. Desde Tres Peces proponemos una pescadería sobre ruedas que te permite movilizar productos legales desde las caletas a los restaurantes manteniendo su cadena de frío, teniendo en cuenta la experiencia que podemos traspasar de ser un restaurante nosotras mismas durante ya hace 6 años.
¿Cómo fue la experiencia de la aceleradora en México?
– Es algo que nosotros no habíamos vivido como Tres Peces. Lo primero es que nos convocaron por dos semanas en temporada alta, lo que para un restaurante es muy complejo, y gracias al equipo pudimos seguir funcionando mientras nos dedicamos a esto, lo que permite conocer a otras empresas lideradas por mujeres del rubro a nivel internacional. Nos tocó reconocer que somos pocas mujeres liderando proyectos en torno a la comida de mar, a quienes les es más difícil conseguir financiamiento o incluso escucha. Si bien éramos de distintos países, había mucho en común: atravesamos las mismas dificultades, independientemente del área en la que se trabaja.
En cuanto a los conocimientos, estaban enfocados en cómo hacer más vendible tu producto y ordenarlo, ponerle foco. Y este es un nuevo modelo que traemos con nosotras, que genera mucho interés. Se suma la noticia del sello azul que nos entrega Sernapesca, lo que nos fortalece. Vamos poder implementar esto no solamente en Valparaíso, y ya estamos implementando un modelo que se llama “Cosecha a precio justo”, con pescadoras. Esto solo puede crecer, pero debe crecer a una escala que sea sostenible.
Finalmente última etapa del curso fue una competencia de pitch, donde salimos dentro de las cinco mejores, en un evento donde ganamos el premio a la Mejor Contribución
¿Cómo traspasar estos conocimientos?
– Nos enfocamos en cómo generamos capacidad dentro de las organizaciones de pescadoras. Por lo tanto, estamos ofreciendo un curso y capacitación que se llame “Mi primera pescadería”, que tiene que ver con los conocimientos que hemos desarrollado en estos seis años con Tres Peces en torno al mundo gastronómico para quienes estén interesados en comercializar, tiene que ver con el traspaso de habilidades que se pueden aprender y que nosotras estamos dispuestas a compartir.
En otro tema: el miércoles pasado y el próximo se llevarán a cabo proyecciones con degustación en Insomnia Teatro Condell gracias a la gestión de Fundación Cocinamar y su iniciativa en nuestro Comité Gestor de Servicios Creativos. Acá se reúnen cine, cocina y arte a través de la colaboración. Sobre esta iniciativa que nos habla de patrimonio gastronómico, ¿por qué crees que es importante difundir dicha cultura?
– Lo primero que yo destacaría es que cada vez que hemos hecho convocatorias que vinculan cine y gastronomía ha sido un éxito total. Cuando propusimos esta idea a Valparaíso Creativo, tiene que ver también con promover los restaurantes de la ciudad. ¿Cómo reactivamos y hacemos visibles emprendimientos que tienen una propuesta gastronómica súper sabrosa? Qué interesante degustar y poder seguir conversando. Así nace este ciclo junto a Ciudad de Pie, Restoran Capri y Tres Peces, desde Fundación Cocinamar, con una selección de películas hecha por Insomnia Teatro Condell, que tiene que ver con la vida italiana asociada a la gastronomía, entendiendo que Valparaíso tiene mucha cultura de emporios, de empresas italianas, y creo que las conversaciones posteriores a los visionados pueden ser muy interesantes. Y luego, los saberes del Capri, de Tres Peces, no es muy común poder degustarlos en un lugar como el hall de un cine, y eso yo creo que es bueno para Valparaíso.
Hace que entendamos que es importante conectar con otros saberes, otras artes, otras exposiciones, es el cómo nosotros podemos conectar con la cultura musical bohemia de Valparaíso y con otras audiencias. Un público más joven que viene al cine y con otras necesidades de sabores.
¿Buscan prolongar esta iniciativa?
– Sería súper interesante si pudiésemos extender el ciclo al invierno y que se vayan incorporando más formas de cocinar, más sabores, que eso podamos compartirlo después de una película, donde la gente se conecta.
Nosotras hemos hecho tres películas previamente con Insomnia, donde se ha visionado: Negocio Redondo, La fiebre del loco y Bruma, todo relacionado con el tema de la pesca. En este caso, del ciclo, tiene que ver más con conectar con el patrimonio a través de estos restaurantes y tener cosas que contar, conversar. Espero que se haga una constante esta colaboración. Que el arte, el cine y la gastronomía sean invitantes para la ciudad.